Todo lo puedo en Cristo que me fortalece

sábado, 2 de julio de 2011

Despedida

Siempre la partida de un ser querido duele. Uno muchas veces se ve enfrentado a estas etapas de la vida, ya sea de un ser muy cercano, alguien conocido, etc, pero siempre nos sorprende. Nadie esta listo para enfrentar la muerte de alguien querido, por más que uno sepa que todos en algún momento nos marcharemos de esta vida terrenal para ir a otra.

En esta oportunidad se ha marchado alguien muy amado por mi familia, y por muchas. Da tristeza y nostalgia el pensar que ya no estará más aquí, que ya no lo veremos físicamente. Julián, un hermano en Cristo muy amado, quien lucho por varios meses contra un cáncer terminal.
Dios sabe porque hace las cosas, es increíble ver la paz de su esposa e hijos, se que Dios les da la fortaleza, además él se fue con Cristo, él era un hijo de Dios, así que mi Señor vino en busca de lo que le pertenecía.

Cuando me acerqué a ver su rostro me dio una pena tan grande, que no pude contener las lágrimas, me puse en el lugar de la Gabi, su hija, y se me estremeció todo el cuerpo, gracias a Dios mi padre aún esta conmigo, y lo disfruto cada día, y se que Gabi también lo hizo durante todos estos años.

Mis más sentidas condolencias a su familia, pero la alegría que existe en nuestros corazones es que se fue con Dios, en mejor lugar no podría estar, vivió lo que Dios quiso que viviera y ahora se lo llevo para hacernos compañía desde el cielo... querido y por siempre recordado tío Julián, usted fue un milagro, porque venció la muerte y ahora tiene vida eterna junto al padre. Amén.

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