El versículo anterior puede ser una forma primitiva de un paciente sin los conocimientos médicos actuales, para describir su dolor, que un facultativo y profesional de hoy con análisis científicos podría diagnosticar como taquicardia paroxismo, preinfarto o cualquier enfermedad coronaria. La depresión o enfermedades del Alma, se asocian con frecuencia con las enfermedades físicas. Lo extraordinario, es que solo Dios puede curar esas heridas del Alma, para las cuales los recursos médicos y administrativos disponibles NO APLICAN. ¡Solo DIOS!
Miguel Núñez H
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